Cuando recuerdo la boda de David y Mamen, lo que me llega primero a la mente, son las palabras del pequeño de David, leyendo en la ceremonia una carta en la que decía algo así; «…un día en aquel parque papá me presentó a alguien muy especial para el y a sus dos niñas y pensé : bien, ahora somos tres para jugar¡¡¡¡»
… yo sujetaba mi cámara pero no pude evitar emocionarme con aquellas palabras. La ceremonia fué preciosa, llena de momentos y detalles cuidados con mucho mimo y como siempre de protagonistas los pequeños y como no, Mamen y David, que no pudieron dejar de emocionarse al escuchar a sus pequeños dedicándoles aquellas tiernas palabras.
Entendí que esas «personitas» que les unen son las que hacen que sus miradas y sus gestos del uno hacia el otro sean aún más especiales.
Tengo que agradecer a la familia de Mamen y David y a ellos, lo atentos que estuvieron en todo momento de nosotros. Gracias a Fran que me acompañó en la ceremonia como segundo fotógrafo (alguna de las imágenes son de él). Y a Borja que me acompañó en la sesión de postboda.
Y llegó el día de su sesión de Postboda¡¡¡ creo que jamás había visitado Mojácar con la temperatura exterior que vivimos aquel día. De esos días que crees q se derrite el asfalto.
El sitio es espectacualr, Mojácar tiene ese algo especial que hace de cada calle y cada rinconcito huela a frescura, a añoranza, a flores…Mojácar huele a mediterráneo por donde lo mires¡¡¡
Pudimos disfrutar desde la tarde a la noche, y comprobar la magia nocturna de sus calles. Las luces de la noche junto a las empinadas calles empedradas desprenden un algo como mágico del pueblo. Si a eso le añadimos la amabilidad de toda la gente que nos fuimos encontrando por el lugar… la verdad que fué una experiencia disfrutar de aquella sesión fotográfica junto a David y Mamen.
David y Mamen , sólo me queda desearos mucha felicidad y que disfrutéis la vida al máximo junto a vuestros pequeños…
un beso