Nos encanta trabajar con los más pequeños de la casa, y hoy os explico un poco de cuál es una de las mejores etapas para fotografiarles.
Suele ser sobre los ocho meses y medio, nueve, depende de cada niño y de su desarrollo. Lo percibiréis en que es el momento donde ya se mantienen sentaditos sin estar apoyados en nada y aún no caminan. Realizarles una sesión en esta etapa es genial pues a están muy receptivos a los estímulos para llamar su atención y hacerles sonreír. Al no caminar aún y mantenerse sentados nos permite la opción de hacer varios cambios de ropa y escenario, siempre dedicándoles en cada cambio el tiempo que necesiten para ir al ritmo que ellos nos marquen. La decoración o atrezo que solemos usar en cada sesión irá en función a los colores de la ropa o a la temática que queramos reflejar en las fotografías. Lo que nos gusta sobre todo es que los peques sean los verdaderos protagonistas.
Hoy os dejo un ejemplo con algunas de las fotografías que hicimos a Lucía. Las realizamos para su bautizo y sus papás quisieron tener lagunas fotografías de ella como os comentaba, con alguna otra ropita diferente.
Si deseáis más información sobre este tipo de sesiones estaremos encantados de atender vuestras consultas. Contactar.